Retorno a lo esencial
Parafraseando al poeta y premio nobel de literatura T.S. Eliot, a menudo los empresarios y directivos de empresa han tenido la tentación de soñar con sistemas tan perfectos que ya no necesitan actuar como empresarios, es decir, evitando tener que tomar decisiones y eliminando riesgos.
Consejeros externos independientes, sofisticados y costosos programas de inteligencia de negocios, complejas teorías de gestión, modelos de excelencia empresarial, etc., han actuado, no ya como ayudas a la toma de decisiones, sino como el origen mismo de las decisiones.
El abuso y el desequilibrio en la utilización del acceso a la financiación también ha sido un factor que ha contribuido a desenfocar la visión y velar el instinto empresarial, desvirtuando la verdadera misión de la empresa.
La profundidad de la crisis actual está suponiendo, para muchos empresarios, un shock que ha provocado la caída de falsas seguridades. Ha aflorado con fuerza la percepción que lo esencial radica en innovar y trazar nuevos caminos que les permitan restablecer los lazos con sus clientes, recuperar la proximidad, entender sus necesidades y lograr fórmulas eficientes de dar respuesta a las mismas.
«Volver a lo esencial no significa volver atrás, ni restaurar el pasado, ni tampoco renegar del camino recorrido.»
«Volver a lo esencial implica reenfocar la visión para seguir impulsándonos hacia el futuro.»
Como se apuntaba al inicio, a pesar de todos los sistemas y ayudas que se puedan implementar, existe un momento de soledad en que el empresario debe tomar decisiones, sabiendo que hay un riesgo de error que no puede ser eliminado. Y este proceso de decisión se asemeja más a un arte, que a un esquema mecánico susceptible de ser automatizado.
Sin embargo, existen tres ingredientes básicos que conforman el ADN de las decisiones acertadas:
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- Un análisis de los datos relevantes. Y, en un contexto de complejidad como el actual, relevantes puede traducirse por pocos y claros.
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- Una visión sobre la manera en que se van a desarrollar los hechos en el futuro. Es evidente que es imposible prever el detalle, sin embargo es necesario captar los trazos que han de guiar nuestra actuación.
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- Escuchar la intuición personal que nos indica que el momento es ahora, que la decisión no puede ser pospuesta. Tomar la decisión correcta, pero ya fuera de tiempo, es la mejor forma de equivocarse.
En AddVANTE, utilizamos una metodología propia de análisis estratégico denominada AddVISION, que nos permite colaborar con el empresario en la construcción de un nuevo enfoque sobre la visión de su negocio.
Partiendo de la situación actual, cuestionamos la organización y ayudamos a definir las condiciones del entorno, con el objetivo de poder trazar alternativas que se adapten mejor a las nuevas tendencias del mercado.
En definitiva, y tal como sugiere el poema de T. S. Eliot, analizamos la realidad como si fuera la primera vez.
“We shall not cease from exploration
And the end of all our exploring
Will be to arrive where we started
And know the place for the first time.”
T. S. Eliot
Little Gidding (No. 4 of ‘Four Quartets’)