El poder de los relatos
Hoy nos fascinan el cine, la televisión y los videojuegos, al tiempo que también lo hacen y hacían el teatro y la literatura.
Pero ya las epopeyas homéricas recogían relatos más antiguos que se habían transmitido oralmente durante generaciones; y no es difícil imaginar nuestros ancestros más lejanos recogidos en el interior de una caverna, explicándose cómo fue que pudo cazarse el bisonte, dibujando en las paredes al tiempo que iba desarrollándose el lenguaje necesario para poder transmitir los detalles de la gesta.
También en el mundo de la empresa cada vez cobra más fuerza la utilización de los relatos como vía para transmitir mucha información de manera compacta y muy efectiva. Incluyendo, además, los aspectos emocionales implícitos que tienen un peso crucial para que el relato nos motive y nos impulse a la acción.
Un buen relato tiene la virtud de recoger hechos relevantes del pasado y del presente, darles una significación y una estructura coherente, y proyectar unas consecuencias futuras que se producirán si actuamos de una manera determinada.
Y esto, en tiempos de turbulencias y de cambio continuo, nos proporciona un valor fundamental para avanzar: seguridad.
Si observamos detenidamente porqué algunas empresas cercanas son resilientes a la crisis, e incluso prosperan cuando otros competidores desaparecen, seguramente identificaremos un liderazgo que ha sabido encontrar un relato que ponga en valor las habilidades propias y las conecte con el mercado, que cohesione y motive a sus trabajadores a pesar de los sacrificios, que haya sabido transmitir confianza a financiadores y colaboradores, y que, en definitiva, haya proporcionado la seguridad suficiente para no dejarse paralizar ni adoptar un rumbo errático ante un entorno desconcertante.
Es posible que, en los estadios de competitividad más desarrollados, el valor diferenciador fundamental de las organizaciones acabe siendo la convicción y seguridad de queestán avanzando en un sentido y con una visión determinada.
El lema de Apple “Think different” no deja de ser el compendio de un relato exitoso que tiene como centro el hecho de crear productos originales que no tratan de imitar, ni siquiera mejorar, lo ya existente, sino anticiparse a los gustos y necesidades de los consumidores. Esta convicción, no solo sirve para generar el orgullo y la ambición necesaria para motivar y cohesionar internamente la organización, sino también para transmitir esta pasión y comunicarla al exterior.
En este artículo se pretende simplemente señalar el poder inspirador de los relatos. Un poder que no es nuevo antropológicamente y que tampoco lo es en el mundo de la empresa, pero que hoy, más que nunca, no debemos ignorar. Hemos de ser conscientes que una función fundamental de los líderes y responsables de las organizaciones debe ser la de interpretar la complejidad y ordenarla de una manera comprensible.
Articular nuestra estrategia y nuestra visión entorno a un relato coherente e inspirador puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso en la aplicación de esa estrategia.
Todo poder tiene su lado oscuro del que también conviene ser consciente para poder neutralizar sus peligros. En un artículo próximo expondré cuales son los riesgos de esta fascinación que ejercen los relatos sobre nuestra mente.